Puede ser difícil aceptar que su hijo pueda estar intimidando a otros niños. Pero una vez que usted reconozca el problema, puede ayudar a solucionarlo ayudando a su hijo a entender cómo sus acciones afectan a otras personas. Ser capaz de identificarse con los sentimientos de otros (empatía) es en gran medida una habilidad que se aprende y que usted puede enseñar a su hijo.